Lapacho: Es una madera dura y resistente, con un característico color que va desde el pardo-castaño-verdoso hasta el castaño oscuro, con vetas suaves y un grano entrelazado. Su textura es fina y tiene un brillo moderado. Es una madera sumamente estable y resistente a insectos y hongos.
Anchico: Es una madera de alta densidad y durabilidad, reconocida por su resistencia y robustez. Su color varía de un castaño rosado a rojizo, intensificándose con el tiempo, lo que le otorga un carácter cálido y distintivo.Es ideal para exteriores, ya que resiste eficazmente la intemperie, la humedad, los insectos y el contacto directo con la tierra, sin necesidad de tratamientos adicionales.
Quebracho Rústico: Es una de las maderas más duras del mundo, tanto que su nombre proviene de la expresión “quiebra hachas”. Es extremadamente resistente y duradera. Con su grano denso y su capacidad para resistir el paso del tiempo, es ideal para proyectos que requieren una durabilidad excepcional y un carácter robusto.
Paraiso: Esta madera es atemporal y versátil, adaptándose sin dificultad a diversos estilos y combinaciones de materiales. Además, es duradera y resistente, capaz de soportar condiciones variadas sin deformarse. Su mantenimiento es sencillo y económico, permitiendo que, con un paño húmedo y productos específicos, recupere su brillo original. Al ser blanda, es ecológica y fácil de reciclar, y su color claro con matices rojizos aporta una calidez sutil a cualquier espacio.
Petibiri: Se caracteriza por su color pardo a castaño parduzco y sus vetas jaspeadas bien demarcadas, que le otorgan un atractivo diseño visual. Es apreciada por su brillo y estabilidad dimensional, ya que no se hincha ni se contrae fácilmente. Es resistente al ataque de insectos y en menor medida a hongos.
Guayubira Es reconocida por su dureza y sus vetas desparejas que van desde tonalidades muy llamativas, que van del blanco amarillento al marrón oscuro con vetas negras. Su estabilidad y flexibilidad permiten una terminación fina. Es duradera incluso cuando está expuesta a la intemperie. Su carácter distintivo y su belleza exótica hacen que esta madera nunca pase desapercibida.
Laurel: Se distingue por su color variado, tiene tonos que van del blanco beige al pardo amarillento dorado, a veces incluso gris ceniza. Es extremadamente duradera y resistente, ideal para ambientes húmedos o cercanos al agua, y tiene una alta resistencia a insectos como las termitas. Además, ofrece un aroma agradable y es valorada por su apariencia atractiva.
Pinotea: Se destaca por sus vetas bien definidas y su tonalidad rojiza a amarronada. Es una madera altamente resistente al paso del tiempo, con excelentes índices de resistencia, contracción y flexión. Su impregnabilidad facilita su tratamiento para mejorar la durabilidad que permite obtener madera apta para exteriores de manera económica.
Oregón: Es reconocida por su veteado intenso y colores vivos que van desde amarillos hasta rojizos. Destaca por su patrón de grano recto y hermoso, lo que la hace especialmente atractiva para la construcción y el diseño. Es una de las maderas más abundantes y fáciles de trabajar, lo que la convierte en una opción versátil y accesible para una amplia variedad de aplicaciones.
Brazil: Suele ser de color blanco pálido con algunas vetas rojas, aunque también puede presentar tonalidades amarronadas. Es ampliamente utilizada en carpintería general, incluyendo tirantes y clavadores para techos, laminados decorativos y muebles. Su versatilidad la hace adecuada para diversas aplicaciones en el ámbito de la construcción y el diseño.
Rabo: Es conocida por su dureza, fortaleza y resistencia, con una tonalidad castaño rojizo. Su textura fibrosa y aroma agradable le confieren un aspecto distintivo. Las vetas y tonalidades pueden variar notablemente dentro del mismo árbol. Tiene una destacada resistencia a la intemperie.
Cedro Azul: Es una madera de baja densidad, lo que le otorga un excelente valor como aislante térmico. Su alta durabilidad y resistencia al ataque de hongos e insectos se debe a la resina natural que contiene, lo que la convierte en una opción ideal para su uso en exteriores. Su capacidad para soportar condiciones adversas hace que sea una madera muy apreciada en proyectos donde se requiere robustez y longevidad.
Eucaliptus: Es una madera semidura con tonalidades predominantemente rosadas, que pueden variar al gris y marrón. Destaca por su buena resistencia a la intemperie Es valorada por su mayor densidad, dureza, resistencia al impacto, y facilidad para ser curvada, permitiendo excelentes acabados.
Saligna: Es dura y resistente, con un color variable que va desde tonos rosados hasta marrones. Destaca por su buena resistencia a la humedad y a los insectos, lo que la hace adecuada tanto para usos interiores como exteriores. Su consistencia entre blanda y semidura y su atractivo color rosado la convierten en una opción versátil y duradera en aplicaciones diversas.
Álamo: Es versátil y fácil de trabajar, destacándose por su ligereza y apariencia clara y homogénea. Aunque es muy útil en aplicaciones industriales y estructurales, y su aprovechamiento está en expansión, no es duradera frente a la putrefacción y es susceptible al ataque de insectos. Por ello, es más adecuada para uso en interiores.